“La sala tercera de la Cámara de Apelaciones en lo Penal acaba de resolver la confirmación de la sentencia que en su momento había dictado el Juez de Sentencia Nº 2 de la ciudad de Rosario, el Dr. Antonio Ramos, condenando al único imputado por el crimen de Bárbara Simón, Gustavo Antonio Mendoza, a prisión perpetua; y esa es la noticia” resaltó el Dr. Norberto Olivares (foto) a Radio Las Parejas.
En su momento el Dr. Ramos lo condenó a prisión perpetua por homicidio agravado por alevosía, esa fue la calificación que fue ratificada por la Cámara.
El Dr. Olivares comentó que el defensor de Mendoza había realizado varios planteos solicitando la nulidad de la sentencia, “eran tres o cuatro cuestiones que tenían que ver con las pericias realizadas, una era la perciia dactiloscópica que la hizo el comisario Hugo González de la Unidad Criminalística de Cañada de Gómez, y también la pericia caligráfica que la hizo el mismo comisario y después hubo una intención de la defensa de demostrar que Mendoza no había estado en el lugar de los hechos el día del asesinato de Bárbara Simón, y también fue desestimado” sostuvo el Dr. Olivares, para agregar que estos fueron los planteos más trascendentes, “y el último planteo que planteó el Dr. Pelagagge fue el cuestionamiento de la calificación del agravamiento del homicidio, planteando que no había existido el componente de alevosía para el agravamiento de la figura penal y también fue rechazado”.
Dijo Olivares que fue un fallo bastante prolijo, coherente, donde palabras más, palabras menos, “lo que dice es que tanto la actuación del Juez de Instrucción de Cañada de Gómez, como fundamentalmente la actuación del Dr. Ramos, le brindó todas las garantías del caso, la mayor de las posibilidades de la defensa al imputado, contando el Dr. Pelagagge con todas las garantías del debido proceso, tuvo la oportunidad de plantear todas las instancias probatorias que él consideraba pertinente, y no ha podido desvirtuar y no ha podido conmover el fallo definitivo que el Dr. Ramos realizó; era esperable, yo no advertía fallas gruesas o grandes irregularidades en el proceso; todo lo contrario, un proceso absolutamente coherente, limpio, amplio y justo; y el imputado no pudo probar lo que su abogado había planteado”, confirmó el Dr. Olivares.
El abogado de la familia Simón amplió sus conceptos al asegurar que está totalmente comprobado que en el cuchillo la sangre que se halló pertenecía a la víctima, que la huella dactilar en el cuchillo correspondía al imputado y que el cuchillo pertenecía al mismo, que las señales gráficas eran a Mendoza, que el testigo presencial describió la mecánica del hecho, y los jueces fueron articulando estas pruebas que no pudieron ser destruidas por el recurso de apelación presentado.
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