Continúa desarrollándose la Clínica de Natación a cargo de José Meolans

Profesores, alumnos, e integrantes de la Subcomisión de Natación de Sportivo están viviendo unas jornadas muy especiales, con la presencia del máximo exponente nacional de la Natación, José Meolans; que es acompañado en el dictado de estas clínicas por un nadador que nos representó en la alta competencia internacional, Eduardo Otero.
En el quincho mayor de la Institución, especialmente acondicionado para esta ocasión, el viernes 10 realizaron la presentación de estos deportistas nacionales y estuvieron presentes, acompañando al vicepresidente del Club, Germán Tavoloni; Heraldo Mansilla, Intendente de la ciudad; Diego Ciani, presidente de la subcomisión de natación; Cesar López.
Hubo entrega de parte del Intendente del decreto que lo declara huésped de honor a ambos nadadores.
José Meolans comentó que allá por el 2008 cuando volvían con Eduardo Otero de los juegos olímpicos de Beijing, ya tenían decidido que iban a dejar la actividad competitiva y “nos planteamos de qué forma podíamos devolver a la natación todo lo que nos había dado durante casi quince años de carrera en el alto rendimiento con los mejores entrenadores de país y junto a los mejores nadadores a nivel mundial, y pensamos en este proy
ecto e hicimos ese año una prueba piloto en Necochea (ciudad de Eduardo) y hubo una muy buena respuesta de la gente y nos incentivó muchísimo para continuar”.
Meolans comentó que tratan de vincularse permanentemente con unida y vuelta con los participantes, y creen que es una buena herramienta la que brindan para que este deporte pueda seguir creciendo, porque lo hacen con mucha responsabilidad y compromiso “porque es, más allá de cualquier logro, lo que nos dejó la natación, destacando siempre los valores porque es muy importante”.
José Meolans dijo que con estas clínicas están viendo buenos nadadores que nos pueden llegar a represen
tar bien a nivel internacional, “nos hemos encontrado también con realidades muy diferentes en cada lugar, pero hay chicos con talento y condiciones, aunque falta una base en cuanto a la estructura que es clave en el deporte, por lo menos si queremos llegar a un alto nivel y competir con otros países. Tenemos entrenadores muy capacitados, pero si hay que trabajar en generar, gestionar, hacer una política deportiva que pueda llevar adelante un proceso para generar nadadores, incentivando a los chicos, que haya menos deserción, porque hoy siendo muy jóvenes dejan la actividad deportiva, para que tengan una vida útil extensa dentro del deporte”.
Se refirió Eduardo Otero específicamente a la falta de infraestructura en mucho lugares, “nos ha pasado que estuvimos en lugares donde solo tienen natación en verano, con un nivel grandioso de chicos que solo hacen deporte entre 60 y 90 días al año, y el resto se lo pasan haciendo en el club básquet, fútbol”, para agregar que ellos tratan de apuntalar y reconocer el nivel que tienen “felicitando no solo a los chicos, sino también a los profes de cómo se las ingenian para mantener a esos chicos dentro del club”.
Como cierre José dijo que el entrenamiento es 90% físico y el 10% mental, mientras que la competencia es al revés, “lo que tiene que ver con el entrenamiento es mucho físico y hay que saber apoyarse en la gente que uno quiere y que tiene al lado. Me ha pasado muchas veces que llegaba a mi casa con ganas de dejar de nadar, pero mi `vieja´ era psicóloga, y fue un punto a favor y tuve una gran familia que me ayudó a salir en esos momentos” contando que en su época de entrenamiento, “cuando era chico era mucho peor en cuanto a horarios, me levantaba a las cuatro menos veinte de la mañana, me entrenaba de cuatro y media hasta las seis y media, después iba al colegio, y después volvía de nuevo a la tarde; eso lo hice de los 12 a los 20 años; y después cuando decidí directamente abocarme a la natación empecé a tener un poco más de tiempo para mí, repartía un poco más los horarios, entrenaba de 8 a 10 de la mañana, luego hacía una sesión de gimnasio de una hora y media, y volvía nuevamente por la tarde que tenía unas dos o tres horas”, agregando que representar al país es muy especial, “lo mejor que le puede pasar a un deportista es representar a su país, tener la bandera argentina en ese momento da mucho orgullo, y ni hablar si tenés la oportunidad de subir a un podio y ver la bandera, son momentos inolvidables y son los que más extrañamos”, afirmó Meolans.

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