Así comentó en la página web www.renacerfm.com.ar el periodista de esa emisora, Oscar Crispino, testigo presencial de lo ocurrido el día sábado en cancha de Almafuerte con el compañero de trabajo Alberto Leichner de nuestra radio:
“Lo lamentable de la jornada, la nota discordante de la tarde la puso parte del personal policial que lejos de controlar que no hubiera desmanes, fue quien incitó a los hinchas con su incorrecta forma de actuar, apresurados en reprimir antes que controlar.
Todo se inició cuando al finalizar el partido y ante las quejas de las que era objeto el juez del partido Leandro Bottoni, por su flojo desempeño, algunos elementos caían sobre la cancha y la policía cubrió con sus escudos para que el juez pudiera irse al vestuario.
Logrado el objetivo por la autoridades del partido, la policía que desde Rosario y Santa Fe llegaron para dar seguridad al partido, comenzaron a disparar sus armas antimotines sobre el palco de los periodistas y sobre la tribuna del local donde gran cantidad de damas y chicos que miraban atónitos lo que pasaba, convirtiéndose el momento en una serie de detonaciones contra las personas de esos lugares al punto tal que el colega Alberto Leichner de Radio Las Parejas sufrió dos heridas, una en el entrecejo que comprometió en demasía la zona nasal y de su vista y otra en la zona del oído.
Esta circunstancia hizo que el público se enardeciera más y las balas de goma seguían inundando la tarde. Los efectivos llegados de otras jurisdicciones continuaban disparando, sin que nadie pusiera coto a la situación o algún superior diera la voz de alto, si es que alguien también dio la voz de abrir fuego sobre los aficionados.
Varios minutos duró esta situación ante la mirada socarrona de alguno de los efectivos que habían abierto fuego.
Lamentable final de lo que debió ser una fiesta del fútbol, en un partido donde nada anormal ocurrió y tampoco en las tribunas y fueron los garantes de la seguridad los que desencadenaron lo que podría haber sido mucho más grave…”.
Como titular de esta radio, que va rumbo a los 32 años de vida, siento impotencia por lo sucedido. Hace 29 años que relato fútbol en Radio Las Parejas y han pasado ya por mi vista cerca de un millar de partidos de la Liga y de distintos torneos que hemos cubiertos; pero desde hace unos años, más allá que el fútbol ocupa un espacio importante en mi vida, por la pasión que genera en mi, he ido perdiendo el encanto de seguir haciendo “LA LIGA CAÑADENSE”, y cuando lo hago es porque es tan magro el presupuesto que manejamos, que no da para seguir incorporando periodistas.
Esperábamos hace décadas el año 2000 porque decían que todo iba a cambiar; que la tecnología, los adelantos en comunicaciones, la practicidad para realizar transmisiones… todo cambió para bien; pero los clubes no cambiaron, e incluso algunos retrocedieron más allá de lo que eran en la década del ´80 o ´90 del siglo pasado.
Vamos a cualquier cancha a transmitir una final, hecho excepcional de un campeonato, y no hay ninguna comodidad; y entiéndase que esto no es un cargo solo a los que llegaron este año a la final, sucedería en cualquier ciudad o pueblo donde se juegue la liga; si llueve te hacés sopa, estás expuesto a los insultos de cualquiera y a las agresiones, nadie te ampara o te cuida, al contrario, si escucharon que dijiste algo que no le gustó son los primeros que te recriminan e incitan a los hinchas a que se la agarren con vos. Así trabajamos en la Liga Cañadense, como “Picapiedras”, nadie se acuerda bien del periodismo, de esos que delante de un micrófono se la pasan haciéndole la publicidad gratis durante toda una semana hablando del o de los partidos que se van a jugar, motivando, directa o indirectamente, a los hinchas para que el domingo vayan a la cancha; y todavía tenés que aguantar que algún descolgado diga que las radios y la televisión le quitan gente a las canchas. “Habría que hacer una prueba”, un mes sin que ningún periodista abra la boca diciendo algo de la Liga, para ver qué motivación le quedan a los hinchas para ir hoy a las canchas, los tiempos han cambiado, y los medios juegan un rol más que importante hoy en la difusión de los hechos, no estamos en las décadas del ´80 o ´90 del siglo pasado.
Y todo esto va a colación, que si este sábado los periodistas, juegue donde se juegue la final, hubieran tenido una cabina, sin dudas que hubiesen estado protegidos de ese desencajado policía que a diestra y siniestra comenzó a disparar hacia los que estaban trabajando, cumpliendo una labor, la de informar lo que acontecía en la cancha.
Alberto, más que un compañero de trabajo, es “un amigo” de casi toda una vida. Él llevó la peor parte, todos los que componemos esta familia de Radio Las Parejas estamos mal, nunca pensamos que algo así le sucedería a un integrante de nuestro equipo deportivo; ha visto seriamente comprometido uno de sus ojos, más allá que todavía tiene alojada una de las balas de goma en su frente; está siendo tratado por los mejores especialistas en cirugía facial, además de oftalmólogos.
El único policía “gatillo fácil” que disparó contra la gente fue visto por todos los colegas que estaban allí, será fácil identificarlo; ahora, ¿quién dio la orden de disparar?, porque es tan responsable el que dispara como el que da la orden; se supone que hubo un jefe de operativo, que sin dudas, volvió a fallar, porque nunca se justificará disparar un arma cuando hay tanta gente agolpada, hay mil formas de disuadir un tumulto, dispararon contra gente indefensa, que estaban trabajando.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario