Porque si no, no sigamos realizándolos, no expongamos al frío a los pocos alumnos que deben ir al acto, y quedémonos en casa y miremos por TV el acto que organiza el gobierno en Tucumán (9 de julio) o en la avenida 9 de julio (25 de mayo).
Esto viene a colación con la pobre imagen que tenía de contexto del acto del “Día de la Independencia”, para mi humilde opinión, el más importante junto al del 17 de agosto (muerte del Padre de la Patria) que se debería conmemorar; si bien también lo es el 20 de junio, y el 25 de mayo, más allá que no haya sido una auténtica revolución por no haber cambiado radicalmente la situación, y que tampoco fue un autentico gobierno patrio porque siguió vinculado a la corona española.
Téngase en cuenta que nada tiene que ver este sencillo comentario con los organizadores del acto en cuestión, ya que seguramente quienes lo organizaron hubiesen querido tener un marco imponente, acorde a esta festividad. El acto contó con palabras de profundo sentir de parte de las dos docentes que hicieron uso de la misma, con una pareja de baile de Herencia Gaucha que magníficamente danzaron para los pocos que estábamos presentes; y una excelente interpretación de la Banda cuando tuvo que musicalizar segmentos del acto.
La locutora indicó que la falta de los abanderados de las Escuelas obedecía a que desde el Ministerio desobligaron a los alumnos a concurrir con las insignias que nos identifica. Textualmente “debido al receso escolar y directivas de las distintas supervisoras escolares dependiente del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe, en el día de hoy no se harán presente las banderas de ceremonia”.
Se priorizó el período de vacaciones de invierno, erróneamente llevadas a cabo en una fecha desacertada, porque toda la vida fue después de la fecha patria, pero como todo gobierno, el de Santa fe no es la excepción; siempre quieren diferenciarse de los anteriores y hay que cambiar cosas, más allá que estén mal. Flojos conceptos y pésima decisión de la ministra Rassino para una fecha tan cara a los sentimientos de los Argentinos.
Se debería pedir a los alumnos de las escuelas concurrir a los actos, con faltas si no van, o si creen que sería muy numeroso, a los alumnos de la escuela organizadora, y allí quizás organizar algo distinto para que ellos se motiven y comiencen a ver con buenos ojos estas celebraciones, por lo menos en las fechas más trascendentes, como la de este 9 de julio, que se recuerda nuestras desvinculación definitiva de los que nos estaban exprimiendo, los españoles, porque se llevaban todas las riquezas que encontraban en este nuevo continente para la corona.
Pero es probable que los equivocados seamos los pocos que pensamos de esta manera, quizás nos falta “aggiornarnos” a los tiempos que corren, y nos tengamos que resignar a que los actos de fines del siglo XX, comienzos del XXI y los que vendrán, deben ser así, deslucidos, sin ninguna motivación para el público y que represente un fastidio a los alumnos concurrir a ellos. Pensar que los congresistas viajaron meses, en condiciones infrahumanas para llegar a Tucumán e independizarse de España, mientras que nosotros no tenemos la voluntad de caminar un par de cuadras y evocar aquellas gestas de nuestros verdaderos patriotas.
Ah…eso sí, nos acordamos de ser patriotas y argentinos cuando juega la selección, allí andamos todos con la banderita, pero no rendimos homenaje a los que hicieron grande a esta patria.
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