Un camión volcador que venía de hacer una descarga en un frigorífico local dejó la batea elevada y con ésta embistió un puente peatonal ubicado sobre la ruta 9 frente al Club Atlético Carcarañá, que quedó completamente destrozado.
El accidente ocurrió 15 minutos antes de que 150 chicos que juegan en la Liga Cañadense terminaran su práctica y media hora después de que lo hicieran los que asisten a natación. El rodado arrancó y desplazó la pasarela, en un hecho que no produjo víctimas pero que podría haber sido una verdadera tragedia. El accidente ocurrió aproximadamente a las 21.45 de anteanoche, en el kilómetro 352, en la zona urbana de Carcarañá. El camión de la empresa Guibell, que venía de descargar material (aparentemente huesos) en el frigorífico Mattievich, tomó la ruta 9 con rumbo a Casilda. No se sabe a ciencia cierta si el conductor (cuya identidad no trascendió) olvidó bajar la batea o si ésta se subió en el camino. Pero lo cierto es que al llegar al puente, construido hace 20 años para evitar que los chicos no atraviesen la ruta a nivel, lo embistió y arrancó. “La explosión se escuchó en toda la ciudad”, comentaron algunos vecinos. La estructura es de metal y concreto, y ayer asombraba verla tirada en la ruta, que se mantuvo cortada hasta la media tarde. Por milagro. En el momento del siniestro, dentro del club practicaban fútbol unos 150 chicos que participan de la Liga Cañadense, los mismos que luego usan esa pasarela para cruzar la ruta. Y media hora antes lo habían hecho los que terminan natación a las 21.15. “Por milagro esto no fue una catástrofe, si el camión arrancaba el puente cuando cruzaban los chicos, hoy estaríamos lamentando una tragedia”, comentó un vecino. Además, en el lugar funciona el restaurante La Posada, que se usa también como salón de fiestas del club. Afortunadamente, ese día no había ningún evento, que suelen convocar a mucha gente en el lugar. Testigos afirman que vieron circular al camión con la batea levantada por la ciudad. Por eso se presume que el chofer, oriundo de Casilda, salió del frigorífico sin tomar la precaución de bajarla. Incluso, ayer se comentaba en el lugar que, durante el trayecto, el camionero había sido alertado por vecinos de que iba con la batea alta. No es la primera vez que ocurre un accidente así. Hace cuatro años, una grúa ya había destrozado el puente. Con suerte. “Fue un accidente, tal vez por un error humano, pero afortunadamente sin ninguna víctima. Dentro de lo complicado que fue la caída del puente, el choque no generó más trastornos que la cuestión material y en el tránsito”, dijo Decándido.El intendente recordó que la estructura tiene 20 años y “justamente fue puesta porque en frente de la ruta hay un club y por ende un tránsito permanente de chicos que practican fútbol, natación y otras actividades”. Precisamente, en esta época de verano la institución tiene mucha actividad, especialmente nocturna y en la pileta de natación. En adelante, y dado que el lugar donde se encontraba la pasarela está comprendido dentro de la trama urbana, el municipio realizará operativos de seguridad para garantizar el acceso al complejo deportivo. “Esto será hasta que se reponga el puente o se genere alguna otra alternativa, como la instalación de un semáforo, una pasarela, o lo que disponga Vialidad”, concluyó Decándido. De esta manera, los vecinos de la ciudad, y sobre todos los socios del Club Cremería (como se conoce al Atlético Carcarañá) volvieron a quedarse sin puente. Pero al menos, respiran por no haber sufrido una tragedia de magnitudes.
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